A pesar de la adicción que tengo al ordenador, a veces siento la necesidad de seguir con mis cartones y precisamente había encargado unos soportes basados en el cartón:
Sobre estos cartones, por la parte blanca grapo los cartoncitos pequeños y muy trabajados (eso significa que a medida que los preparo elimino lo que sobra y quedan mínimos) y creo una nueva serie que me regocija.
Luego, de 6 en 6 los meto en una cajita de cartón especialmente diseñada para ellos y resulta on objeto encantador que siempre debe manejarse con guantes blancos.
Cada vez que ordeno una de las múltiples mesas de trabajo que tengo en mi estudio cubiertas de cartones, cajas y material de trabajo, cuando veo la superficie vacía me entra una inspiración que me lleva a trabajar analógicamente y a disfrutar como una loca.
Lo bueno de internet es que mi obra puede ser contemplada por millones de personas de todo el planeta mientras que en las exposiciones en galerias de arte solamente acuden unos pocos aficionados que ni siquiera ponen demasiado interés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario