viernes, septiembre 28, 2012

PESADILLA



















Gracias a Dios hace mucho tiempo que no tengo pesadillas.
Hubo una fase de mi vida en que prefería quedarme despierta toda la noche, ante el pánico que me producía la idea de tener pesadillas.

Me encontraba ingresada en la clínica del Pilar en Elizondo, en fase de desintoxicación que comenzó con una cura de sueño de 5 dias de la que desperté como un verdadero zombi: veía doble, me parecía que el suelo se movía, no era capaz de hablar, era agotador.

Cuando ya intenté estar despierta no me dormía ni de día ni de noche por lo que me daban una pastilla para dormir que me producía talles pesadillas que parecían reales por lo que prefería quedarme despierta toda la noche esperando que llegara la hora del desayuno.

Fueron dias que recuerdo con horror.

Ser toxicómana es una pesadilla en si misma a la que se le añaden toda clase de filigranas para terminar encontrándote en un laberinto cuya salida es muy difícil de encontrar.

Yo tuve suerte.

Cuando toqué fondo, alguien vino y me sacó de la pesadilla.

2 comentarios:

  1. Estoy en un ordenador en la Uni, sin sonido, no ha hecho falta.
    Se entiende perfectamente.
    Good.
    Maria Seco

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