CONSULTAS CON LILI BARTON 1

La verdad es que yo no estoy hecha ni preparada para una relación amorosa.
Soy muy independiente y egoista.
Por supuesto, en cuanto salí del internado me enamoré locamente de un hombre mayor que yo que me enseñó todo lo que no había aprendido en los colegios sino en los libros de literatura francesa que devoraba como una rata de dia y de noche y me influyeron de una manera desmesurada.

Así que me casé con mi príncipe azul y poco a poco me fui dando cuenta de que no tenía vocación de casada, ni de madre, ni de ama de casa ni de estar pendiente de una persona que requería mi atención cuando le apetecía...

En aquella época no había divorcio y casi nadie se separaba pero yo lo hice y me alegro porque vivir una situación en la que no me encuentro a gusto me resulta muy desagradable.
De hecho nunca me he vuelto a casar y tengo claro que no entra en mi magín nada parecido.

A pesar de que me asusté cuando nació mi hija, seguí teniendo hijos y aunque me costaba cuidarles, les quiero tanto que hacen lo que quieren conmigo y yo les trato lo mejor que sé, cosa que jamás haría con un hombre.
Los hombre me gustan en la calle, en la barra de un bar pero jamás en casa, aquí no entra nadie, solo cabemos mis hijos y yo.

Cuando cumplí 50 años decidí eliminar de mi vida las relaciones amorosas para así eliminar todo lo negativo que acarrean y aunque al principio tuve que esforzarme ya estoy muy lejos de caer.

Mi vida está centrada en el conocimiento de mi misma y en ese camino de claridad voy viendo cada vez con mas luz lo que debo eliminar para evitar el sufrimiento.
Me siento muy protegida y veo que cada pasito que doy me ayuda a mantener mi paz interior.