La diferencia entre una performance y la realidad es la misma que entre un deseo y que este se cumpla.
Ya lo he explicado varias veces pero mis seguidores no terminan de distinguir la diferencia.
Yo creo que soy una actriz extraordinaria porque para que creerse todo lo que digo en las performances hay que tener mucha imaginación.
Incluso las cosas que me pasan de verdad como que pasen mis videos en el Reina Sofía y en otros museos importantes ya me resulta difícil de creérmelo a mi misma...
Enfín, yo sigo con mi tarea sin apetecer los frutos de la acción como aconseja el Bhagavad gita, que ha sido mi libro de cabecera durante muchos años hasta que cometí la estupidez de dejárselo a un amigo que me prometió devolvérmelo impoluto y dejó que se lo comiera un perro en un coche.
No soy ambiciosa en relación a mi trabajo, no aspiro a la gloria, tengo demasiados asuntos internos que acaparan mi atención.
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