Tenía muchas ganas de mostraros esta carpeta que a mi me encanta y mi idea era haber juntado la presentación con los cartones escaneados para poder apreciarlos realmente pero de repente mi escaner que nunca me había fallado, no quiso funcionar.
Rapidamente pedí uno pero no me llegará hasta la semana que viene así que de momento me arreglo con lo que tengo.
Ya me he acostumbrado a que los aparatos hagan todo y lo que antes me parecía un trabajo normal, hoy en dia me parece abusivo.
El ordenador y los periféricos me ayudan tanto!!!!!
No sé hasta donde llegará el retroceso que está dando el planeta pero para mi resultaría muy duro volver a mi juventud y carecer de lavadora, secadora, lavavajillas...
Así como para los cartones me gusta trabajar de forma muy muy sencilla, tijeras, grapas, pegamento...
en todo lo demás soy analógica total.
El tiempo apremia, corre, acelera todo y yo necesito expresar todo lo que deseo hasta que mi estudio se ordene por si mismo.
Yo no compro nada, me refiero a que si si rompe un plato o un vaso, me alegro, pienso: "un trasto menos".
Hasta cuando mi hijo a quien le había dejado mi coche me avisó para decirme que se había quemado el motor, me alegré, que se lo llevesen al desgüace, un trasto y un gasto menos.
Hola Blanquita, soy Carmen, que después de mis trajines, me solazo viendo tus trabajos, hechos con todo el amor del mundo. Me maravillan tus cartones porque expresan tu paciencia, tu arte en reciclar, tu sentido de la estética...y además no me parecen nada burgueses,como te lo explicaría yo... al contrario, los veo de una humildad apabullante.Ah! y por cierto el grupo de niños que aparecen en este nuevo acordeón cartográfico me recuerdan un montón a tus sobrinos, en la época en que los vestían a todos iguales de mañana, porque según iba transcurriendo el día se iban manchando y había que cambiarlos. Cuando llegaba la hora de acostarlos en sus camitas y cunas los fines de semana, que ya sabes que formaba parte de mi tarea,pues cada cual llevaba una ropa diferente, nada que ver a como los vestíamos por las mañanas, todos idénticos en diferentes tamaños de criaturas, con sus jerseicitos de pechera de colorines. Como ves me pongo nostálgica al hablar de ellos.Un besote desde este rincón de la España fría de invierno.
ResponderEliminarNo me extraña que te recuerden a mis sobris porque son ellos con los jerseys que les hacía la abuela Pilar,¡sabes casi tanto como yo de esa familia maravillosa!
ResponderEliminarAgradezco tanto tus comentarios....
La palabra "burgués" pertenece a otros tiempos, tu sabrás a que se refiere, pero desde luego si algo no soy es burguesa, dejémoslo...
Me gusta tu interpretación de los cartones porque es exactamente lo que yo pretendo expresar.
Un abrazo muy fuerte
B.
¡No te imaginas cuánto daría yo por tener una foto con ellos en aquellas fechas! Quizás eso les hubiese ayudado a recordarme aunque solo fuese de soslayo, pero entonces escaseaban las cámaras, no es como ahora que las llevamos en el propio móvil y en el bolso todo el santo día. Así que las fotos que no tengo las llevo impresas en mi retina en forma de flashes que cuando pienso en ellas casi siempre me sacan una sonrisa: Leopoldo subido a tu sauce llorón o comiendo a manos llenas un par de huevos fritos, Rodrigo subido a la cancilla de la entrada del chalet o poniéndose un arnés para dormir en la cuna(porque se tiraba de ella en sueños), Santiago enfurruñado y acurrucado debajo de la mesa de comer, todos los niños corriendo por la playa o los más pequeños metidos en un tremendo hoyo que ellos mismos habían excavado en el jardín y en el que amasaban tierra con sus propios pises...¡Que sé yo, un montón de recuerdos que habitan en mi memoria pero de los que no tengo ni una foto! Una penita, Blanca.
ResponderEliminarYo no sabía que fueran tan trastos.
ResponderEliminarAhora son serios, casados y para jugar se dedican al deporte y a tener hijos...
ResponderEliminarMe encanta tu frase de "ahora para jugar se dedican al deporte y a tener hijos". Esto último les viene de herencia y efectivamente es un juego, sobre todo al principio porque después pasa a ser una fuente de preocupaciones. Yo no quise jugar a ese juego.
Tu no te dejaste engañar, naciste sabiendo lo que no querías, por lo menos...
ResponderEliminarTampoco me otorgues tanto mérito; siento decepcionarte, Blanca. Lo mío fue una mezcla de un nulo instinto maternal por mi parte y un exmarido hijo único con complejo de Edipo que no quería tener hijos para no convertirse en un príncipe destronado.
ResponderEliminarSolo Dios es perfecto............
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