Recibí las cuatro técnicas del conocimiento hace casi 30 años y desde entonces mi vida es un remanso de paz.
A la sazón me hallaba sumida en un pozo oscuro en donde solo reinaba una oscuridad sin posibilidad de retorno a la luz.
Prem Rawat me sacó de ese pozo y me encendió una vela cuya luz ha convertido mi infierno en un jardín paradisiaco en el que me deleito reposando a la sombra de sus árboles, mientras escucho el sonido de los manantiales y el canto de los pájaros saciando mi sed con el néctar de las floras y columpiándome en la santa respiración que me mantiene viva para poder cantar las glorias de mi existencia.
Mi vida es una linea recta escrita con la palabra GRACIAS.
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