Dentro de unos dias, en agosto, Prem Rawat será el ponente de una gran celebración . ya que se cumplen 45 años de su venida a occidente.
Su padre, Shri Hans Maharaj, que era el Maestro anterior, le eligió a su hijo menor como sucesor y le encomendó encarecidamente que llevara a occidente esas ténicas llamadas Conocimiento, que nunca habían salido de India.
Ardua tarea, ya que los occidentales no estamos acostumbrados a tener un Maestro vivo, sin embargo, Prem Rawat, ni corto ni perezoso, se presentó en Londres con 12 años dispuesto a traer la paz al mundo.
En aquella época, los que le reconocieron eran principalmente los buscadores, los hippys, los hijos de las flores, los que intentaban ser felices, los inconformistas, los que no comulgaban con ruedas de molino...
Yo pertenecía a este tipo de persona, insatisfecha, inquieta, buscadora.
Vivía en Bilbao, estaba casada, había empezado a fumar hachis y cuando conocí a los discípulos de
Prem Rawat me creí que era parecido a la experiencia de tranquilidad que me proporcionaba el cannabis.
Solamente mas tarde, pasados 9 años, cuando mi equivocación se hizo evidente, acudí a pedirle sopitas e inmediatamente me sacó del oscuro pozo y me reveló la luz.
Nunca podré agradecerle suficientemente lo que hizo y hace con mi vida.
Por eso mi motto es: mi vida es una línea recta escrita con la palabra gracias.
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