Los video_party de los sábados en mi casa han empezado a convertirse en el planazo de la semana.
Debido a mi deseo de que resulten excelentes en todo el sentido de la palabra, como Prem Rawat me enseña a hacer las cosas, he reducido el número de los asistentes, dando prioridad a las personas que no tienen el conocimiento pero están realmente interesadas en escuchar a Prem Rawat.
De momento ya he dejado de invitar a dos personas, que tiene el conocimiento, lo cual significa que saben perfectamente lo que tienen que hacer, no me necesitan, se arreglan solitas.
Seis es el número perfecto.
Rosalía y yo, que tenemos el conocimiento desde hace muchos años, podemos ocuparnos de los aspirantes e interesados de manera que se sientan a gusto y que aprendan a escuchar.
Escuchar es el primer paso del estudiante, lo cual no es nada fácil, requiere entrenamiento.
Los occidentales no estamos acostumbrados a escuchar en silencio, pero las personas que vienen a estos video-partys lo han aprendido y realmente es asombroso el silencio y la concentración junto con el respeto y la atención que se manifiesta durante el visionado.
Es muy reconfortante rodearse de personas que son capaces de darse cuenta de lo que es importante, de diferenciar lo perecedero de lo permanente.
Para mi es un honor que mis invitados acudan a los video_partys para compartir conmigo lo mejor que soy capaz de ofrecerles: el mensaje de mi maestro.
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