Desde pequeña dediqué mi vida a la risa, propia y ajena.
Todo me hace gracia, es cuestión de darle la vuelta.
Me molesta tanto estar malhumorada que aprovecho cualquier disculpa para ponerme de buen humor.
Por ejemplo, un dia que estaba en el bar EME de Bilbao y me dijeron algo que me molestó, me fui al cuarto de baño, me miré de perfil en el espejo y me entró la risa.
Tengo una nariz realmente poderosa.
Mi nariz habría hecho las delicias de Quevedo si la hubiera conocido aunque Gongora me hacía la competencia.
El tema nariz es importante, sobretodo porque a través de ella respiramos, o sea, vivimos.
Agradezco esos dos agujeritos por los que me entra el aire 15 veces por minuto, creo.
Además, el sentido del olfato es inevitable.
Imposible no utilizarlo, es invasivo, no hay solución; si te deleita te atrae desesperadamente como al ciervo que lo olió y empezó a correr desesperadamente por el bosque para volver a sentir el placer de su olor y cuando rendido se paró, se dio cuenta de que emanaba de si mismo.
Si una persona no está satisfecha con su nariz se hace operar y se pone un tobogán.
A veces, personas con depresión, se curan con un pequeño retoque nasal.
Claro, en este mundo se le da mucha importancia a la apariencia física pero es una batalla perdida de antemano.
Yo cuando era joven estaba delgada y tenía una cara bonita pero el tiempo no pasa en balde y ahora cuando me encuentro con gente que no me ve desde hace años no me reconoce y cuando se enteran de quien soy ponen cara de susto. ¿que cree usted caballero? ¿que los años solo pasan para las chicas guapas?
music: Vault 3 Belaska
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