EL BIRKIN

Las necesidades de las mujeres son diferentes de las de los hombres, por eso hay tanta incomprensión por parte del género masculino hacia el femenino.

En plena guerra de Irak, cuando las bombas se cruzaban en el centro de la ciudad y no se podía comprar comida e incluso tenían dificultades para guarecerse por la cantidad de casas destruidas, cuando llegaban paquetes de las ONG, la Cruz Roja etc. las mujeres pedían perfumes desesperadamente.

Podían vivir en refugios provisionales, apiñadas como animales pero no querían vivir sin perfumes.

Hoy en día a pesar de la crisis, el bolso Birkin ha superado la demanda.
Parece una frivolidad esa necesidad extrema de poseer un Birkin y sin embargo muchísimos hombres trabajan y roban para complacer a sus lindas mujeres.

Yo no soy una entendida en la relación hombre_mujer, sino todo lo contrario.
Debido a mi incapacidad para descifrar el enigma, me he retirado de ese ruedo en el que me siento incapaz de lidiar.

Y así, en la distancia, desde mi tranquilidad nunca rota por un amor apasionado, observo a las parejas y disimuladamente pienso: debería llamar al 016.

Me pasa en mi casa porque las paredes son de papel y yo estoy aquí sentadita todo el día.

Me pasó ayer en Castro_Urdiales, cuando mi Rosa Sin Espinas y yo almorzábamos plácidamente en el Miramar que sigue abierto, disfrutando de las olas del Cantábrico rompientes cual Orlando el Furioso, cuando en la mesa contigua en la que se hallaban dos hombre y una mujer, el marido de la humillada doncella empezó a insultarle con palabras que no tengo intención de repetir porque no entran en mi vocabulario, mientras ella, callada y mirando hacia otro lado escuchaba con cara de pava sabiendo y consintiendo que así es su vida, alegre y divertida.

Respecto a lo que sucede en el edificio que habito, haciendo gala de cierto coraje, un día me acerqué a mi vecina y simplemente le dije:

Quiero que sepas que yo estoy siempre en casa y oigo todo lo que sucede en tu casa.
Tu marido tiene una voz muy potente y yo me entero de TODO.

Simplemente quiero que lo sepas.

No ha servido para nada y yo sigo sin llamar al 016 ¿por qué no lo hago?
No lo sé exactamente.
Reconozco humildemente que no las tengo todas conmigo.
Meterme en una familia en donde hay niños pequeños que adoran a su madre...
No sé qué hacer.