He tratado con tantos psiquiatras, psicólogos, terapeutas, kinesiólogos, renacedoras y toda clase de chamanes de la nueva era que ya he aprendido a diagnosticarme y curarme yo misma.
Mi última actividad al respecto es limpiarme de un pasado reprimidor, autoritario y dictatorial al que me sometí inmovilizada por los miedos, del que me han quedado una secuelas difíciles de reparar.
No me asusta lo difícil, como dice Prem Rawat: "La dignidad está en el esfuerzo".
Tal es mi determinación de limpiar esa negatividad que se ha quedado parasitada en mi cuerpo y no quiere salir porque se encuentra a gusto, que hago el trabajo nocturno, a través de espantosas pesadillas que se resisten a abandonarme incluso aunque me despierte y al ver que todo está en órden, me duermo otra vez y vuelvo a encontrarme en la misma situación de miedo por haber hecho algo prohibido.
Eso empezó siendo muy pequeña, nunca me atrevía a rebelarme, obedecía a mis padres, a las monjas, a la señorita, a las profesoras y por dentro me sentía retorcida y y se me hacían nudos que todavía no se han soltado.
Todo el problema empezó por aceptar y obedecer, por dejarme llevar por el miedo, sobretodo a mi madre.
Mi madre, llena de buenas intenciones intentó llevarme por el camino de la verdad, la iglesia católica y evidentemente ese no era mi destino.
¿por qué me cuenta ahora que ya en el coche cuando me llevaban a pasear, me arrancaba los lazos de los faldones?
¡Cuanto sufrí con las pamelas y con las merceditass de las Pascualas y los vestiditos de las Ayarza!
Me pillaron jugando a médicos con el hijo del jardinero de Santurce que se llamaba Javiertxu y mi madre me llevó a confesarme con el abad de san Juan de Dios, y primero fue ella para contarle mi caso y luego yo, chillando como una loca porque el abad era sordo y quería conocer los detalles.
Ahora mis miedos se presentan en la oscuridad de la noche, cuando tranquila en mi futón con látex solo deseo disfrutar de un descansado sueño.
Me despierto cansada, abatida, temblorosa pero radiante porque cada día me siento mas libre de ese mundo tenebroso del que ya he salido en la consciencia.
Todavía queda la inconsciencia y el subconsciente.
Pero no me asusta.
Una vez empezado el trabajo, los siguientes pasos se hace fáciles.
Lo importante es entenderlo.
Noticia de última hora: la represión continua:
Al intentar enlazar a mi madre con alguna de las entrevistas que he publicado ultimamente en You Tube, me he encontrado con la desagradable sorpresa de que el usuario (mentira) ha suprimido todos los videos en los que mi madre, encantada de la vida y en plenas facultades mentales se dejaba entrevistar.
Comprenderéis que la falta de respeto a la que se me somete haga que me sienta realmente disgustada de pertenecer a una sociedad en la que la gente se toma la justicia por su mano.
Espero limpiarme de otra manera ahora que he perdido el miedo y no tener que seguir con las horribles pesadillas nocturnas.
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