Creo que tengo que volver a mi centro vital y no dejarme llevar por el juego familiar.
He disfrutado muchísimo de tener a todos mis hijos y nieta en casita pero ya se van yendo y poco a poco las aguas vuelven a su cauce.
Daniel Buren es mi alter ego y aunque yo he abandonado las rayas, toda clase de rayas (podeis pensar lo que querais, hay muchas clases de rayas) las de Buren me encantan y hacen que me sienta bien.
Tengo cuatro cuadros que son un homenaje a Daniel Buren pero youtube ha suprimido el video en el que yo explicaba el contenido y la disposición de las piezas.
Me gustan los obsesivos compulsivos, insistentes aunque resultemos pesadísimos, yo necesito un mantra en mi vida y he elegido la respiración.
La respiración tiene múltiples ventajas sobre cualquier mantra, es el mantra perfecto:
me da la vida, me centra, me cura, me suelta los nudos energéticos, me relaja, me medita, colma mi ansia compulsiva de repetición... y así podría seguir cantando las glorias de la respiración ad infinitum.
La importancia de centrarme en la respiración me la ha enseñado mi maestro Prem Rawat a quien estoy agradecidísima porque es un mantra para toda la vida y nadie me lo puede quitar.
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