El mundo del arte avanza, se transforma, adquiere nuevos medios de expresión y reconocimiento y los humildes trabajadores del arte cuyo máximo sueño de infancia era ver un dia colgados sus cuadros en una galería de arte, ya ni siquiera sabemos lo que hacemos ni por qué.
Evidentemente hablo de mi, me encuentro en un punto de incertidumbre sobre lo que estoy haciendo que no lo puedo analizar con el lado izquierdo de mi cerebro, lo tengo muy poco desarrollado.
Desde muy pequeña mi intuición ha guiado mis pasos y siempre lo ha hecho bien.
Solo he cometido equivocaciones graves cuando he actuado siguiendo mis apetencias.
Por el contrario, cuando escucho a mi corazón y sigo sus dictados, todo resulta perfecto.
Por eso ahora sigo con los cartones, es un trabajo profundo, íntimo y muy personal, que me complace y me satisface; además no tengo límites, no pretendo nada, cuando recibo comentarios de alguna persona que ha sabido ver la profundidad desde la que han sido fabricados, me siento acompañada.
Tapies decía que pasaba horas paseando por su estudio y yo inmediatamente me sentí identificada con él; no siempre es necesario el hecho de "hacer" sino que estando atenta, quieta, en ese entorno casi sagrado que es donde paso mis horas, las ideas me vienen solas, parece que lo que sucede lo hace sin mi intervención.
Evidentemente existe un desequilibrio en mi que se aprecia incluso fisicamente:
Como casi no he desarrollado el lado izquierdo de mi cabeza, la parte izquierda de mi cuerpo está muy bien. Sin embargo la derecha tiene problemillas:
_empezando por el oído (accidente de coche)
_rotura de hombro (caída en escalera de mármol cuando se murió mi hermana) junto con rotura de pie.
_rotura de pelvis, fémur (varias veces), rótula (accidente de moto).
_roturas de costillas múltiples.
_esguinces múltiples.
Ahora el problema gordo es la rodilla que se ha desgastado de tanto cargar el fémur y estoy pendiente de un tratamiento de plaquetas inyectables que todavía no lo hacen en la SS, por lo que tengo que andar lo menos posible para no agravarlo.
Y el sobrepeso, resultado de mi sedentaria y viciosa vida gastronómica.
Soy Carmen. Despues de muchos días de zozobra empiezo a encontrar un poco de sosiego. Blanca, quiero que sepas que tengo una compañera de colegio, amiga y vecina, que te sigue y yo disfruto con sus comentarios llenos de elogios hacia tí. Ella es viuda de un chico que era pintor y que se murió joven, hace unos 6 años. Esta chica de casi mi edad me dice que le encanta empaparse de tus experiencias, que le abres nuevos horizontes de otros artistas y que le haces recordar muchas vivencias que lleva guardadas en su corazón y que ha compartido con su insustituible marido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de que estés mas serena.
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas de tu amiga ¿por qué no le dices que haga comentarios?