Hay varias cosas que me duelen en el alma y una de los que me hiere mas profundamente es el tabaco.
Mi relación con el tabaco ha sido muy dura:
A mi padre le mató el tabaco.
A mi hermana le mató el tabaco.
Y yo ya me veía en ese camino a juzgar por el daño que me hacía y mi obsesión compulsiva por fumar en cadena, pensando que no podría ser feliz y gozar de la vida sin fumar, cuando como por arte de magia, volviendo de Brighton en el avión, un amigo al que conocía desde hacía tiempo, Antonio Moraga, acababa de llegar de la universidad de Puna, en donde había estudiado PNL y según él, lo mas fácil era quitarme el deseo de fumar.
Así que ni corta ni perezosa, cuando llegué a Bilbao, temblando de pánico, le llamé por teléfono y en plena conversación me entró un ataque de tos descomunal, hasta tal punto que Antonio se asustó y me citó para el dia siguiente cancelando todos sus compromisos.
Cuando me levanté al día siguiente me sentía incapaz de coger un autobús para ir a Madrid, pero lo hice, saqué fuerzas de flaqueza, llegué a su casa, me hizo una terapia de dos horas, lo normal es una, pero mi caso era grave y desde entonces nunca jamás he sentido el deseo de fumar.
He recomendado a muchísima gente que vaya a ver a Antonio y a todos les ha funcionado.
El único requisito es que sea la persona la que realmente quiera dejar de fumar.
Totalmente de acuerdo con ese único requisito... si no quieres dejar de fumar no lo dejarás.... así es.... a mi también me funcionó lo que hice porque además a mi el tabaco ya me daba asco... y no he vuelto jamás a desearlo....
ResponderEliminarBesos
Es un tema muy difícil porque hace mucho daño y no estimula las puertas de la percepción.
ResponderEliminarEs como un tic nervioso.