Hablar de enfermedades parece que es de personas mayores y en principio a mi no me gusta nada, antes no soportaba a los enfermos, pero desde que me rompí la pierna, es un tema recurrente, pero solo con personas que también estén tocadas y sepan de lo que hablan.
La parte superficial de ¿qué tal tu pierna? y ¿cuando dejarás la muleta? etc. etc. no me gusta nada.
Tampoco me gusta que me digan que salga ¿por qué voy a salir si estoy tan a gusto en casa trabajando?
Para mi, estar en casa significa estar en mi estudio, con la ventaja de que no tengo que salir de casa para ir a la cocina, a mi cuarto o a visitar a mis niñas, las plantas, en la terraza.
Yo me responsabilizo de mis problemas y hablo con mis médicos, traumatólogos, y mi quiropráctico.
También hablo con personas que han hecho el tratamiento PRFC, ya que todos están entusiasmados y me animan.
Agradezco disponer de tiempo para mi.
Tiempo para trabajar, para conocerme, para seguir con mi autobiografía sobre cartones con grapas que me hace disfrutar como nunca antes lo había hecho con otros proyectos.
Cuando Paolo Virno salió de la cárcel en donde había pasado varios años dedicado a pensar, la conclusión a la que llegó es que el bien mas valioso del que disponemos es el tiempo. Yo estoy de acuerdo con él, incluso lo maximizo cambiando la palabra tiempo por presente.
Solo dispongo del momento llamado ahora que es el regalo del Creador, por eso se llama el presente.
Mientras soy consciente de mi respiración, estoy en el presente y abarco toda la riqueza del infinito.
Hola Blanca! Soy Carmen. Me gustaría que me contases algo acerca de esa señora campesina, gordita y de mandil azul. Siempre aparece en tu autobiografía y si te apetece y quieres y puedes, dime algo de ella, anda porfa, creo que detrás de esa mujer hay una vida de muchos trabajos y sufrimientos...
ResponderEliminar¡Ay, el tiempo, justo lo que a mí me hace falta! Pero el caso es que estoy tan acostumbrada a regalárselo a los demás que cuando me enfrento yo sola a mi tiempo me pongo triste y deprimida, no sé si no tendré algún síndrome raro.
El correo que me mandaste en gallego está genial, me hizo reír mucho, que es tremendamente saludable, sobre todo en mi estado de estrés. Un beso, Blanquiña querida.
Ese acantilado, que me imagino es Barrika, me produce pánico solo con verlo. Es abrupto y amenazante y el mar bravo y temible. No me gusta el mar cuando está embravecido. Me gusta la calma, las aguas tranquilas y trasparentes que te mecen suavemente cuando las miras o estás envuelto en ellas.RR
ResponderEliminarBlanca, yo no te hablo de ningún acantilado, ya sabía que era Barrika y lo que allí sucedió, yo solo te preguntaba por la señora campesina de delantal o falda azul, con gorra en la cabeza y muy rellenita de carnes, como me llamaba a mí una antigua alumna...Perdona, no era mi intención meter mi dedo en tus llagas. Besos.
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