CONSULTANDO CON MARIA

El huracán Sandy me tiene atenta a las últimas noticias y a las personas que, aunque con dificultad, todavía pueden comunicarse.

Yo pasé por el amargo trago de que se inundara mi casa cuando vivía en una planta baja de Las Arenas y se desbordó el rio Gobelas y con mi niño de un mes me vi en la calle.
Gracias a Dios mi hermano que vivía en el 2º piso me llevó a su casa y allí pasé una semana.
Gracias a Dios tanto mi hermano como su mujer me trataron con todo el amor del mundo, pero me sentía tan desamparada, viendo desde la ventana todos mis dibujos, mis cuadros, mis cosas flotando sobre las aguas de barro, mientras mi hermano iba en un bote a buscar víveres para que pudiéramos seguir viviendo todos los que estábamos en la casa, ya que mi hermano, en aquel tiempo ya tenía cinco hijos.
Ahora vivo en un pisito muy alto, sería muy difícil que el agua llegara hasta aquí.


Estas tragedias te marcan para toda la vida.
En plan físico la inundación fue lo mas grave y en el peor momento con mi niño tan pequeño, pero también vi de cerca el fuego en Malibu y tuvimos que evacuar mi hijo y yo, dormimos en su furgoneta y a nuestra casa no llegó el fuego pero a mucha gente de Malibu que yo conocía, les afectó y se quedaron sin casa.

Enfín, creo que poder vivir tranquilamente sin nada que interrumpa mi rutina cotidiana, es un privilegio por el que podríamos estar dando gracias al cielo constantemente.