Antes del verano las manzanas están en un buen momento y es bueno aprovecharlas, cocinándolas de diferentes maneras.
Se pueden cocer de manera Angélica en botes especiales, al vacío, sin nada que al mismo tiempo es una cocción y una conserva.
Hace falta tiempo y energía para la cocina macrobiotica, merece la pena.
Todos los cambios exigen un esfuerzo y ordenar la alimentación ordena la vida del ser humano que no es la del animal.
El ser humano reflexiona, piensa y decide.
Es un pensamiento activo.
La primera vez que se come macrobiotica se piensa algo, se hace un juicio.
Y luego se toma decisiones.
El juicio evoluciona, avanza y se desarrolla al tiempo:
Instinto, intuición.
La vida depende de las decisiones que se han tomado.
El pensamiento se materializa por lo que se debe tener un juicio bien desarrollado.
Cuando se desarrolla el juicio la intuición se fortalece y se convierte en un sexto sentido.
Los sentimientos cambian y decepcionan y se tienen disgustos que pueden destruir a las personas.
Hay emociones que son insoportables y no sabemos qué hacer con ellas.
Les hacemos mucho caso como si debiéramos saber que hay al final.
Nos complicamos.
Nos sentimos desbordados por ellas.
Algunas personas buscan un juicio más frío, empezamos a interesarnos en nosotros mismos en el material del que estamos hechos y nos interesamos en una técnica, en hacernos especialistas en conocer algún aspecto de este mundo que sobrepasa las emociones y sale de ellas y de las decepciones, personas que sienten la curiosidad de saber, de conocer.
En nuestra apertura hacia los demás desarrolla nos la curiosidad.
Ohsawa dice que se debe desarrollar el juicio supremo.
En el paraíso Adán y Eva hablaban directamente con Dios, como los pueblos primitivos.
Cuando Ohswa habla de la filosofía de Extremo Oriente habla de la filosofía natural.
La vida ordinaria resulta fantástica.
¿Acaso se ha perdido el paraíso?
Ohsawa dice que utilicemos la comida que corresponde a la medicina de Extremo Oriente.
Ohsawa considera que la comida actual es un infierno.
Nos hace felices pero no dura.
Vivimos más pero en peores condiciones.
Hacer macrobiotica puede ser un placer, algo social también.
Antiguamente había cereales en todas partes.
Comer cereal ayuda a reflexionar.
La filosofía del yin y yang permite equilibrar la comida desde un punto de vista que no es intelectual.
Se pueden cocer de manera Angélica en botes especiales, al vacío, sin nada que al mismo tiempo es una cocción y una conserva.
Hace falta tiempo y energía para la cocina macrobiotica, merece la pena.
Todos los cambios exigen un esfuerzo y ordenar la alimentación ordena la vida del ser humano que no es la del animal.
El ser humano reflexiona, piensa y decide.
Es un pensamiento activo.
La primera vez que se come macrobiotica se piensa algo, se hace un juicio.
Y luego se toma decisiones.
El juicio evoluciona, avanza y se desarrolla al tiempo:
Instinto, intuición.
La vida depende de las decisiones que se han tomado.
El pensamiento se materializa por lo que se debe tener un juicio bien desarrollado.
Cuando se desarrolla el juicio la intuición se fortalece y se convierte en un sexto sentido.
Los sentimientos cambian y decepcionan y se tienen disgustos que pueden destruir a las personas.
Hay emociones que son insoportables y no sabemos qué hacer con ellas.
Les hacemos mucho caso como si debiéramos saber que hay al final.
Nos complicamos.
Nos sentimos desbordados por ellas.
Algunas personas buscan un juicio más frío, empezamos a interesarnos en nosotros mismos en el material del que estamos hechos y nos interesamos en una técnica, en hacernos especialistas en conocer algún aspecto de este mundo que sobrepasa las emociones y sale de ellas y de las decepciones, personas que sienten la curiosidad de saber, de conocer.
En nuestra apertura hacia los demás desarrolla nos la curiosidad.
Ohsawa dice que se debe desarrollar el juicio supremo.
En el paraíso Adán y Eva hablaban directamente con Dios, como los pueblos primitivos.
Cuando Ohswa habla de la filosofía de Extremo Oriente habla de la filosofía natural.
La vida ordinaria resulta fantástica.
¿Acaso se ha perdido el paraíso?
Ohsawa dice que utilicemos la comida que corresponde a la medicina de Extremo Oriente.
Ohsawa considera que la comida actual es un infierno.
Nos hace felices pero no dura.
Vivimos más pero en peores condiciones.
Hacer macrobiotica puede ser un placer, algo social también.
Antiguamente había cereales en todas partes.
Comer cereal ayuda a reflexionar.
La filosofía del yin y yang permite equilibrar la comida desde un punto de vista que no es intelectual.
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